viernes, 9 de julio de 2010

+ C H A N D E R +

Sociedad Madre de todos los males...

Recuerdo que de niño, como todos aprendi a decir mentiras; contaba cuentos, hablaba con animales, o tenia super poderes, era todo un juego, que poco a poco se convirtio en una necesidad. Con el tiempo el entorno nos ha obligado a encajar en patrones socialmente aceptables, actitudes, modas, grupos.. Entonces convenientemente todos somos mentirosos, en mayor o menor grado, pero lo somos. Mentimos para encajar, para lograr objetivos, para quedar bien y mucho peor para hacer daño u obtener lo que deseamos.

Esta afirmacion trae consigo una gran interrogante ¿cuando somos realmente sinceros?

En mi opinion y por mi experiencia digo; que esto me sucede cuando estoy de incognito, frente al teclado y el monitor soy capaz de ser quien realmente soy y de decir lo que sinceramente pienso sin la necesidad de endulzarlo o maquillarlo para quedar bien ante nadie. Asi como hemos visto a los super heroes esmascararse para enfrentar sus miedos, asimismo me ha funcionado actualmente mi "nick" para tener el valor de expresarme sin temor a nada, y "colgar" mis opiniones al mundo sin importar los comentarios u opiniones ajenas. Tras nuestro nick siempre habra un hombre o una mujer que intenta pasar desapercibido ante la sociedad o al menos cuida mas las opiniones que emite. Dichosos aquellos que afloran su verdadero ser sin necesidad de crear un alter ego.

Un dia aprendi a mentir y hoy hasta yo me creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario