jueves, 30 de septiembre de 2010

+ C A R T A +

Luego de tanto tiempo hoy te veo tan contento, haciendo planes con la esperanza de ser feliz de nuevo. Como buen amigo me alegro por ti, y no me queda más que dejarte mis mejores deseos, espero realmente alcances tus metas, que logren tomar mi lugar y brindarte la compañía que tanto anhelas. Pero sabes qué; como buen amigo aquí estaré por si las cosas no salen como esperas, siempre contaras conmigo en tus peores momentos y como siempre estaré ahí para verte llorar, maldecir, y ahogarte en tus penas. Sin reproches, mis brazos estarán siempre abiertos para cuidarte mientras te curas, conversaremos de nuevo el día entero volveremos a ser mejores amigos sin reproches, hasta que estés listo de nuevo para el ruedo tal como lo haces hoy. Att.: La Soledad.

+ R E C O N C I L I A C I O N +

En 35 años de vida conoces mucha gente, tratas, conversas, y actúas, de muchas maneras, aprendes los roles necesarios para a encajar en todos los ámbitos de la sociedad. Esto te enseña a mostrar una cara conveniente para todo momento; dejando en muchos casos a quien eres en realidad muy en tu interior, esto poco a poco se hace más fuerte que tú mismo, y pues llegas al punto en donde realmente ni siquiera tu mismo eres capaz de reconocerte. Viviendo tanto tiempo en la oscuridad tus ojos se acostumbran. Entonces simplemente tenemos dos formas, dos personas, siempre en paralelo; la que los demás pueden ver, y la que somos en realidad; lo que decimos y lo que no. Hoy entonces entendí que solo vale la pena la reconciliación cuando es con uno mismo. Entiende que; debes dejar de ser prisionero de tu propia cárcel, dejar de guardar sentimientos, y entender que de eso trata la libertad, de decir lo que se piensa, y mostrar lo que se siente. Aquí estoy; solo yo.